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Dentro del Seminario Conciliar de São Pedro e São Paulo, en Braga, se encuentra la capilla Árvore da Vida, vencedora del premio ArchDaily 2011 al edificio religioso con mejor arquitectura. Esta es una obra que merece la pena visitar, no sólo por el aspecto arquitectónico sino también por el místico.

Firmada por Cerejeira Fontes Arquitectos, contó con la colaboración del escultor Asbjörn Andresen. Los pocos, pero muy importantes, complementos de la capilla quedaron a cargo de la pintora Ilda David y también de algunos artesanos de Barcelos. La capilla surgió de la necesidad de que los seminaristas tuviesen un espacio para celebrar la eucaristía.

Durante 6 años los seminaristas, junto con el Padre Joaquim Félix, profesor de la facultad de Teología de Braga, hicieron un trabajo de investigación y estudio para proyectar en la capilla la palabra de Dios. Tras recoger toda la información y hacer algunas visitas a buenos ejemplos de arquitectura religiosa, entregaron esa información y misión a los arquitectos Cerejeira Fontes, que durante un año la interpretaron, construyendo el concepto que da vida a la capilla: un bosque. Ese concepto trata de representar, de una forma sencilla, la liturgia.

Su sencillez, que oculta la complejidad de la liturgia, es el elemento que destaca. Construida en madera, fueron necesarias alrededor de 20 toneladas de madera. Nada fue clavado ni hay goznes, todo fue encajado. Las vigas de madera encajadas crean un juego de luz y sombras deslumbrante, especialmente al final del día.

La capilla posee un sublime sentido que sólo comprenderá por completo si la visita. Cómo se trata de un espacio privado, sólo se puede visitar los viernes de las 17h a las 18h.
¿Por qué no terminar la semana con una encantadora sorpresa?