Salir

El Mal Amado surgió de la unión de dos amigos de infancia. Tiago y Vitor abrazaron la posibilidad de tener un espacio en la calle de la Catedral y crearon un bar a su medida.

Mal Amado abrió puertas en 2016 y se asume como un espacio ligeramente industrial y cuidado que sirve un poco de todo, se preocupa con quién lo visita y, a la vez, se revela acogedor y confortable.

Todo el bar fue totalmente pensado por los dos amigos, aprovechando las mejores características de cada uno: Vítor se enfoca más en la parte del bar y de las bebidas y Tiago destaca las creaciones de mobiliario y la parte del diseño del espacio.

Mal Amado vino para quedar y promete ofertar a los bracarenses (¡y otros!) un momento especial al sonido de buena música y bebidas personalizadas.

No se deje engañar por el nombre – Mal Amado es, en verdad, un bar muy deseado.

Sugerencia Cool: ¡Pruebe la tostada de beicon y cheddar!