Comer

Este restaurante pretende dar vida al concepto de compartir comida. A todos les gusta retirar un bocado del plato de la otra persona, sea porque el plato es diferente, o simplemente como señal de intimidad. Compartir comida es compartir amor, y aquí la mayoría de los platos sigue esa filosofía.

Frente a la Junta de Freguesia de Sé, la Casa de Pasto das Carvalheiras vino para quedarse, y para dar a conocer el arte de compartir comida a los bracarenses. Siempre puede optar por un cóctel o por cenar al mostrador, o en una sala repleta de sillas desiguales coloreadas y que llenan el espacio con color y vida. Puede escoger entre una 'moqueca' de camarón, rollitos de pollo con salsa de manga o hasta un pulpo o bacalao a Braga reinventado, pero la elección es muy mayor. Para una opción más egoísta, hay hamburguesa o 'preguinho' en pan dulce.

No se aceptan reservas ni tarjetas, por eso, aparezca pronto o tarde. El ambiente es relajado y ecléctico, creando la sensación de un restaurante urbano, contemporáneo, con un toque de diseño. Hay sangría de canela o té verde fresco para acompañar, o un vino a su elección. El menú está bien creado, pero ojo, la idea es cambiarlo siempre que cambia la estación. Por eso, si le gusta algún plato, aproveche mientras dura.

Al almuerzo el concepto es el mismo pero más económico, puede pedir dos platos, o un plato y postre por 9€, o entonces dos platos y postre por 12€, donde el cubierto, bebida de presión y café están siempre incluidos. Comer el almuerzo en la Casa de Pasto das Carvalheiras siempre va a ser sorprendente, pues todas las semanas el menú es alterado.